José Murgia, presidente del Gobierno Regional de La
Libertad, en conferencia de prensa, acompañado de funcionarios de esta entidad
y con toda la logística regional a sus órdenes, en horario de trabajo, apeló a
la figura de presentarse como un “ciudadano común y corriente” (sic), para dar
su punto de vista sobre el intercambio vial del óvalo Mansiche. (foto: Agencia
de Noticias Facetas)
LO QUE NO DIJO EL CIUDADANO MURGIA
El miércoles 22 de agosto de 2012, el presidente regional de La Libertad,
José Murgia Zannier, convocó a la prensa local al auditorio de un céntrico
hotel de la ciudad, para dar a conocer su punto de vista, mejor dicho su
oposición, al denominado proyecto municipal: “Creación de Intercambio Vial de
las avenidas: América Norte, Nicolás de Piérola y Mansiche, de la ciudad de
Trujillo”, que ya cuenta con código Snip Nº 18991.
En esa conferencia de prensa, José Murgia, se presentó a dar sus puntos de
vista sobre el proyecto vial como el “Ciudadano Murgia”, a lo mejor tratando de
emular al personaje de la película “Citizen
Kane” o “Ciudadano Kane”, de Orson Welles (¿?).
La particularidad de esta reunión de prensa, es que, José Murgia, en toda
su trayectoria política, nunca se había desdoblado de esa manera para atacar
una obra hecha por una gestión municipal ajena, y menos para opinar sobre las
obras realizadas por gestiones contrarias al Apra.
Siempre, José Murgia, guardó mesura en sus apreciaciones y siguió al pie de
la letra -en los 30 años que tiene de político- aquel proverbio árabe (a pesar
de haber nacido en Bolivia) que dice: “El hombre es dueño de sus silencios y
esclavo de sus palabras”.
(José Murgia, ha mostrado la otra cara de la medalla de
su personalidad)
Esa fue una fortaleza de Murgia, el silencio que guardaba sobre temas urticantes
de la política local y nacional. Allí donde los demás políticos se mostraban
lenguaraces, Murgia guardaba un perfil bajo, a pesar de que seguramente le
picaba la boca para dar su opinión. Por esa característica hasta fue bautizado
como el “alcalde bonachón”, que le permitió ser alcalde trujillano por más de
16 años, teniente alcalde por tres, ministro de Estado del primer gobierno
aprista y ahora presidente regional por dos períodos.
Pero de un tiempo a esta parte, José Murgia, ha mostrado la otra cara de la
medalla de su personalidad, sacando a relucir un carácter irascible, respondón,
pendenciero, camorrista, como si otro Murgia se hubiera escapado del clóset, de
la personalidad centrada y con inteligencia emocional que lo caracterizó por
tantos años. Como un genio trastocado que fugó de su enclaustramiento, y salió
perturbado del interior de la lámpara maravillosa de Aladino.
(Acá no vamos a hacer una defensa a la ejecución del
proyecto Intercambio Vial del óvalo Mansiche)
Por eso, no llamó la atención cuando convocó a una conferencia de prensa:
para “oponerse técnicamente” a un proyecto que no es de su responsabilidad;
sobre todo, teniendo él tanto dolores de cabeza en su gestión regional: como
las obras incumplidas por Unops, la falta de ideas para atacar la erosión
costera que ya desapareció las playas trujillanas y la poca ejecución
presupuestal del Gobierno Regional de La Libertad en el 2012 (25.9% de los 140
millones destinados para el rubro de inversiones), sólo por tocar algunos temas.
Acá no vamos a hacer una defensa a la ejecución del proyecto Intercambio
Vial del óvalo Mansiche, pues serán los gerentes de la Municipalidad de
Trujillo los que tengan que argumentar y debatir técnicamente a los detractores
de esta obra. Para eso les paga la comuna y se dice que están bien remunerados,
en otras palabras tienen que ganarse el pan con el sudor de su frente. Esa es
su “chamba”.
Pero los trujillanos y también los que no lo son, pero que residen en esta
ciudad, como el mismo actual alcalde, tienen derecho a conocer la historia de
este punto de convergencia vial que ha levantado mucho polvo desde siempre.
Tiene que conocerse que no es la primera vez que la Municipalidad de
Trujillo, invierte dinero en arreglar este punto neurálgico de tránsito,
conocido como óvalo de la Coca Cola, óvalo Mannucci, óvalo Mansiche u óvalo
Víctor Raúl Haya de la Torre, pero que en realidad es óvalo “José Faustino
Sánchez Carrión”, en memoria al “Tribuno de la República Peruana”, conocido
también como “El Solitario de Sayán”, prócer independentistas, creador de la
Universidad Nacional de Trujillo, de la Corte Superior de Trujillo y la Corte
Suprema de Lima y Ministro General de Simón Bolívar, a quién invitó para que se
una a la gesta libertadora, y para eso viajó – Sánchez Carrión- hasta Guayaquil
(19 de junio de 1823) en compañía del poeta: José Joaquín Olmedo.
Así obra en los archivos municipales, en las memorias ediles y en los
documentos que hasta ahora existen y están apilados en el sótano del Mercado
Central de Trujillo, con moho y ácaros, por si acaso, si es que alguien se
anima y le interesa la Arqueología Periodística. (sic)
Trujillo es chico, casi como un pañuelo, dirían, y luego de esos encontronazos
de periodistas y políticos, por alguna crítica, comentario o información, no
pasa mucho tiempo en que nos volvemos a ver, a encontrar cara a cara, cada uno
con sus argumentos y cada cual en distinta vereda.
Eso es lo que sucedió con José Murgia, cuando coincidimos en un café de la
Plaza de Armas, momento que aprovechamos para hacerle una pregunta, ya que se
mostraba con toda la fiebre y ganas de debatir el proyecto vial técnicamente, y
se encontraba ataviado con planos y documentos del intercambio vial de Mansiche:
“Si el partido aprista fuera de la opinión de que el monumento de Víctor Raúl
Haya de la Torre, ya no se instale en el óvalo donde se va a construir la
intersección, y por esas cosas que tiene
César Acuña, decide, por ejemplo, ponerle óvalo “César Vallejo”, ¿se
necesitaría un acuerdo de Concejo?”.
Antes de que Murgia asiente con la cabeza, ya su séquito con el que anda, entre
amigos, partidarios, colegas y seguridad personal, contestaron a coro: “Claro…
se necesitaría un acuerdo del Concejo Provincial de Trujillo”.
Muy bien, cuando se le cambió el nombre al óvalo “José Faustino Sánchez
Carrión”, junto al parque “Simón Bolívar”, ¿se hizo algún acuerdo de Concejo al
respecto?, inquirimos.
Murgia titubeó, para reaccionar y decir: “Seguro, seguro. Debe estar en los
archivos”.
OK se ha dado el
trabajo de hurgar todas las sesiones de Concejo entre los años 1994 al 1997 y
no hay absolutamente ningún cambio al respecto. No existe esta variación de
nombre del óvalo en mención, vía acuerdo de Concejo Municipal Provincial.
En conclusión: Esto que parece una anécdota, hay que remarcarlo y dejarlo
bien claro. No se hizo nunca el cambio de nombre del óvalo o rotonda “José
Faustino Sánchez Carrión” a óvalo “Víctor Raúl Haya de la Torre”, que bien
merecido lo hubiera tenido. Se le fue al Concejo Provincial de esa época y al
mismo alcalde Murgia.
Segundo: Nunca se hizo otro acuerdo de Concejo para desaparecer el parque “Simón
Bolívar” y por esa razón, debajo del puente peatonal de 201 metros lineales (que
nunca sirvió para nada) existen instalados dos bustos, uno de José Faustino
Sánchez Carrión y el otro de Simón Bolívar, pero sin ninguna placa que los
identifique. Hay que anotar que el monumento de Haya de la Torre, tampoco
tienen una placa con su nombre, por lo que pasa como un desconocido para los
turistas.
GESTIÓN DE MIRIAM PILCO
En la memoria de gestión de la alcaldesa de Trujillo, Miriam Pilco Deza de
Taboada (1987-1989) figura en el año ´88 la ejecución del pavimento de toda la
zona circundante al óvalo “José Faustino Sánchez Carrión”, ubicado entre la Av.
Mansiche y Nicolás de Piérola con Av. América Norte, y además se destinó un
presupuesto para conformar estéticamente las zonas verdes con el busto, con un
costo de inversión por I/. 1’ 499,269.00 (la moneda en esos años -en Perú- era
el Inti).
Entre los años 1988-1989, se construyó la rotonda en el óvalo “José Faustino
Sánchez Carrión”, que sirvió –se argumentaba- para canalizar el tránsito
vehicular de acceso al norte de la ciudad. La construcción consistió en
realizar obras de concreto simple en zonas circulares. El costo fue de I/. 2’
406, 220.00.
Busto “José Faustino Sánchez Carrión”, se hizo de concreto armado. El monto
de inversión: I/. 1’160,000.00.
NELLY ANEMIYA HOSHI: LA HISTORIA
La presencia como regidora provincial de la arquitecta, Nelly Anemiya
Hoshi, en todas las gestiones que se desempeño como alcalde José Murgia, ha
sido vital y decisoria en muchos proyectos y obras de Trujillo.
Anemiya cuenta en la edición 6-7 de la revista “Relieve”, que edita el
Colegio de Arquitectos del Perú- Región La Libertad, (págs. 56-63), que fue
invitada a postular como regidora en la
lista encabezada por Jorge Torres Vallejo, a propuesta de José Murgia Zannier,
quien ya estaba como candidato a teniente alcalde (hoy se le denomina al cargo primer
regidor). Murgia hacia su estreno como político, luego de haber sido presidente
de la Cámara de Comercio y Producción de
La Libertad, en dos períodos.
“En algún momento le van a decir que no soy aprista y
estoy vinculada con la izquierda)
“Jorge Torres Vallejo, en medio de su campaña electoral nos llamó, yo no lo
conocía…en realidad fue a través del ingeniero Murgia, quien postulaba para ser
su Teniente Alcalde. Él (Murgia) me busca y me dice: El ingeniero Torres te
quiere conocer, así que fui a su oficina y me dijo que me quería proponer como
regidora, pero tendría que continuar trabajando en los Pueblos Jóvenes (PP.JJ.),
y fui como invitada en la lista aprista. Ya correcto pensé, pero fui honesta y
tuve que advertirles: Uno, estoy en un proceso de divorcio que no se termina;
dos: en algún momento le van a decir que no soy aprista y estoy vinculada con
la izquierda, pero no soy de la línea de Letts, sino de Napurí, más dedicada a
la organización”, relata en esa entrevista a “Relieve”, Nelly Anemiya, en un
capítulo de la historia política local que no se conocía.
Nelly Anemiya, ejerció en las distintas gestiones del exalcalde José Murgia,
como regidora de la Dirección General de Acondicionamiento Territorial y
Asentamientos Humanos y en el estratégico puesto de Coordinadora General del
Plan de Desarrollo Metropolitano de Trujillo (Plandemetru). Dicen, que era el
poder tras el trono.
NELLY ANEMIYA PROPONE NUEVO DISEÑO DE ÓVALO MANSICHE
Nelly Anemiya Hoshi, siendo docente de la Universidad Privada Antenor
Orrego (Upao), desde 1989, propone en la sesión de Concejo del 26 noviembre de
1993, la celebración de un convenio entre la Municipalidad Provincial de
Trujillo y la Upao, para la elaboración e implementación de estudios y
proyectos.
En sesión extraordinaria del 21 de octubre de 1994 el Concejo aprueba el
concurso de 15 estudiantes del último año de las carreras de Ingeniería Civil y
Arquitectura de la Upao, con la recomendación de la regidora Nelly Anemiya,
quien a su vez también era docente de la Upao.
En la sesión ordinaria del 18 de octubre de 1994 se propone el trazo y
derechos de vía de la intersección vial norte-cruce avenidas: Nicolás de
Piérola, Mansiche, América Norte, en el actual óvalo Mansiche.
Algunos regidores -de ese entonces- recuerdan a la arquitecta, Nelly
Anemiya, con apoyo de una maqueta y de sus alumnos, fundamentar la propuesta que
el Concejo terminó aprobando, sacándose la siguiente Ordenanza:
Artículo 1º.- Aprobar el Proyecto de Remodelación de la intersección vial,
entrada norte, en el óvalo Mansiche, cruce de las avenidas: Nicolás de Piérola,
Mansiche, América Norte, cuyo nuevo diseño propone:
-Ampliar la actual rotonda de 35 metros de diámetro, extendiéndolo
longitudinalmente hacia la plazuela “Simón Bolívar”, con un largo total de 110 metros,
comprendiendo dos rotondas de 35 metros y de 45 metros de diámetro.
-Ampliar las actuales secciones viales del óvalo de 9 a 14 metros, así
mismo, mejorar las secciones y encuentros de las avenidas Nicolás de Piérola y
de Mansiche con el óvalo.
-Mejorar la intersección-Grifo Cassinelli, ubicada sobre proyección de
sección vial de la Av. Nicolás de Piérola y de la Av. Mansiche, con el actual
radio de giro de 8 metros, ampliando, dichos radios, a 20 metros, debiendo
plantearse compensación de áreas de terreno.
Atender con solución de puente peatonal los requerimientos de
transitabilidad peatonal sobre la prolongación avenida América Norte.
Artículo 2º.- Aprobar la propuesta de remodelación integral de las
plazuelas involucradas, incorporando la rotonda central al monumento de “Víctor
Raúl Haya de la Torre”, en homenaje a su centenario natalicio.
Artículo 3º.- Declarar de necesidad y utilidad pública la ejecución del
presente proyecto, estableciéndose la obligatoriedad de los propietarios de
terreno rústico o urbano, comprometido en la presente intersección vial norte,
a dejar de libre disponibilidad los derechos de vía aprobados.
Artículo 4º.- Autorizar al alcalde a ejecutar las acciones pertinentes para
la prioritaria ejecución de la presente obra.
Entonces tenemos que: en una sola sesión de Concejo, y sin estudios de
impacto ambiental, ni de circulación vial y peatonal, como se estila y se está
exigiendo hoy en día, el proyecto propuesto el 18 de octubre de 1994 en sesión
de Concejo iniciada a las 12: 30 p.m. y terminada a las 17:00 horas, ya tenía
luz verde y la Ordenanza que le daba el: Sí, para ponerse manos a la
obra. “Así se hacían las cosas antes”, nos comentó un regidor provincial de la
época.
Para la exregidora de la
Municipalidad Provincial de Trujillo, pero en ese tiempo (1996) decana del
Colegio de Arquitectos, Adelí Zavaleta Pita, “no se hizo el estudio técnico de
la función y flujo peatonal de esa obra”.
“Nunca se justificó la construcción del puente peatonal, y le faltó lo que
se conoce en arquitectura: el análisis de la función”.
“En el parque hay bancas dentro de las rejas, ¿quién va a sentarse allí?.
El puente peatonal es tan largo que a cualquiera lo asaltan en la mitad del
camino”, dice Zavaleta.
GESTIÓN DE JOSÉ MURGIA ZANNIER
La memoria de gestión de la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT),
indica que en 1995 se gastó S/. 1’257,000 nuevos soles para mejorar el ornato y
la viabilidad de la plazuela y el óvalo Mansiche.
En 1996 la Municipalidad Provincial de Trujillo destino en el rubro Ornato un
monto de inversión de S/. 1´015, 137.00 nuevos soles para la remodelación de la
intersección vial entrada Norte Trujillo-óvalo Mansiche.
Para la estatua de Víctor Raúl Haya de la Torre se designó una inversión de
S/. 112,762 nuevos soles, bajo la modalidad de contrata.
En 1997 la MPT gasta S/. 146,828.82 nuevos soles para la construcción del
obelisco para el monumento de Víctor Raúl Haya de la Torre y para la adecuación
de la fuente de agua.
Además, la MPT tuvo que emplear otros S/. 22, 447.84 nuevos soles, que
sirvieron para repotenciar el sistema de bombeo y mejorar la iluminación del
obelisco de la plaza de Víctor Raúl Haya de la Torre.
(En suma: las obras civiles:
construcción de veredas, pistas, el puente peatonal, plazuela, etc. fueron
hechas por la empresa brasileña “Norberto Odebrecht”; y las obras
complementarias, como: la colocación de jardineras, rejas que rodean las áreas
verdes, construcción del pedestal de monumento de Víctor Raúl Haya de la Torre
y la instalación de un medidor de luz y agua, corrió por cuenta de la empresa
Nevasa S.A. de Nelson Vásquez.
La pileta fue diseñada por el ingeniero sanitario Gustavo Torres, contratado
por la MPT, pero la construcción estuvo a cargo de Odebrecht).
El óvalo “José Faustino
Sánchez Carrión”, en la época en que Miriam Pilco era alcaldesa de Trujillo.
Abruptamente con los cambios se le denominó óvalo “Víctor Raúl Haya de la Torre”.
Tampoco figura el cambio en los archivos ediles. Se le fue al Concejo de esa
época y al mismo Murgia.
Murgia, como alcalde,
muestra orgulloso la labor concluida en agosto de 1997 e iniciada en 1,995. Con
el nuevo proyecto todo se vendrá abajo. Apenas duró 15 años esta inversión.
Tres años antes, en
1994, la regidora Nelly Anemiya se había encargado de fundamentar la propuesta
sobre las obras en el óvalo Mansiche. En una sola sesión de Concejo, la del 18
de octubre de 1994, se aprobó todo con puente peatonal incluido. En ese tiempo
no había estudio de impacto ambiental, de tránsito, ni se exigía viabilidad, ni
ocho cuartos.