MURGIA: “¡HASTA QUEMAR EL ÚLTIMO
CARTUCHO!”
José Murgia Zannier, nacido en Cochabamba (Bolivia) el 11 de enero de 1937,
hace 77 años, con cerca de 30 ejerciendo puestos públicos: teniente alcalde de
Trujillo, ministro de Transportes y Comunicaciones, alcalde de Trujillo y
actualmente presidente del Gobierno Regional de La Libertad (GRLL), siempre
cuidadoso en sus expresiones cuando lidia con la prensa, hace pocos días le dio
a “La Industria” una respuesta que
resume toda su antología política, luego de haberse inscrito como precandidato
a las justas internas de su partido el Apra, para ir a una segunda reelección
al mismo cargo regional.
Parafraseando al héroe Francisco Bolognesi, Murgia sorprendió a todos al
decir que seguiría en carrera política: “¡Hasta quemar el último cartucho!”.
La crítica y oposición para que Murgia siga en carrera política, viene de
cierta parte de la población, de un sector de integrantes de su partido: el
Apra, y de parte de la prensa, entre los que nos incluimos; no viene por los
almanaques que lo acompañan, tampoco por el partido que representa.
LA INSEGURIDAD
La oposición a Murgia viene por el cansancio, lentitud, conchabamiento,
falto de ideas y reacciones que ha tenido su gestión, como por ejemplo: el
hecho de no reconocer la inseguridad que se vive en nuestra ciudad y achacarle
todo a un concepto subjetivo: “percepción”, porque toda la violencia que se
observa todos los días, según Murgia, “se debe a un conflicto entre bandas,
pues en Trujillo, todavía se puede caminar tranquilo” (sic). (“La República,
domingo, 10 de noviembre de 2013)
PERMUTA
No nos vamos a referir, aunque podríamos hacerlo, en esta argumentación, a
la permuta desproporcionada que hizo con la empresa La Manuelita al cederle 427
hectáreas de tierras de Chavimochic por sólo 7 hectáreas, en una zona que está
actualmente en litigio.
EROSIÓN COSTERA
Tampoco, es el punto a tratar, el hecho de que la gestión regional de José
Murgia, haya recibido 91 millones de soles para atacar la grave erosión costera
que vive el litoral trujillano, y que luego de haber realizado varias etapas de
enrocado, donde el único que se favoreció fue el constructor Rodolfo Cabada de
la empresa Roaya, devolvió, vía transferencia, 61 millones al Fondo Nacional de
Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe), cuando ya sus
soluciones -en sus reuniones de cafetín- no daban para más. Actualmente la
erosión en las playas: Las Delicias, Víctor Larco y Huanchaco, siguen avanti.
ESCUELA DE LA POLICÍA
Más de cuatro largos años ha demorado la gestión de Murgia para que se
llegue a la firma del contrato para la construcción de la Escuela Técnica
Superior de la Policía Nacional en el terreno de Miramar (Moche), donde en el
primer gobierno de Alan García, iba a funcionar el Club del Pueblo de este
distrito.
Esta obra que se ejecutará mediante la aplicación de la Ley Nº 29230,
conocida como Obras por Impuestos, ha caminado como una rémora, cuando en
realidad, justamente, la ley fue dada para que el sector privado, actuando como
aliado estratégico, financie y ejecute rápidamente los proyectos de inversión pública,
como el que nos ocupa.
En realidad, la adjudicación de una obra, bajo este mecanismo, por parte de
un grupo de empresas privadas, implica la ejecución tanto del expediente
técnico como de la obra en sí; sin embargo, Murgia, lejos de apurar una construcción
que es necesaria, como la escuela de suboficiales de la policía, le quería
meter diente, metafóricamente hablando, y no asumía que entre a tallar la
empresa privada en su entera dimensión.
Aunque la única condición –en este caso- para que la obra sea ejecutada
bajo el mecanismo de la Ley Nº 29230, es que la empresa privada proponga al GR el proyecto para su aprobación en el
marco del Sistema Nacional de Inversión Pública, con el compromiso que luego se
priorice en sesión de Consejo Regional para su financiamiento y ejecución,
revisando los archivos, nos encontramos con que Murgia, en la publicación de
“La Industria” del 29 de junio de 2011, proponía a la empresa privada construir
la Escuela de Suboficiales de la PNP en tres etapas, de las cuales la
primera iba ser realizada por el Gobierno Regional de La Libertad, y las
siguientes, recién, por el sector privado. ¿Qué empresa privada se iba a meter
en tremendo sancochado?.
Por eso, en esa misma edición, el representante de Backus decía: “…que en
esa forma la construcción de la escuela policial se iba a dilatar, por lo
menos, ocho años”.
Carlos Cabanillas, el hermano de la aprista, Mercedes “Meche” Cabanillas,
representante de Barrick, declaró esa vez: “No se puede perder el ritmo de la
inversión, porque un proyecto sirve para llenar una necesidad”. Y el empresario
José Santos Valdivieso, aclaró enfáticamente: “…que el gobierno regional no
podía desarrollar esta obra de manera rápida”.
En la edición del jueves 20 de junio de 2011 de “La Industria”, el presidente
regional, José Murgia, ofrece unas declaraciones que huelen a berrinche, al
decir que no estaba de acuerdo en realizar esta obra por el mecanismo de Obras
por Impuestos, porque se le iba a descontar al GR en el próximo presupuesto
regional, 34 millones de soles. Agregó: “Si se persiste en ello, yo me opongo”.
En suma, Murgia fue, en esta obra, ¿una autoridad facilitadora o un obstáculo?.
El consejero regional por Otuzco, Mayer Haro, salió denunciando -el 25 de
noviembre de 2012- mediante nota de prensa, que el gerente de Infraestructura
del Gobierno Regional de La Libertad, Álvaro Bazán, no había considerado en el
proyecto de la Escuela de Suboficiales de la PNP, las obras exteriores de las redes eléctricas y
sanitarias.
Finalmente, luego de más de 4 años, se firmó el contrato, bajo la modalidad
de Obras por Impuestos, entre el Gobierno Regional de La Libertad y el
consorcio integrado por las empresas: Cervecerías Backus y Jhonson, Minera
Barrick, Compañía Minera Poderosa, y el Banco de Crédito del Perú. Siendo el
convenio de inversión de 33 millones, 542 mil 344 nuevos soles, y se anunció la
contratación, para la ejecución de las obras físicas, a la empresa Roaya, de
Rodolfo Cabada, quien es también presidente del Comité Regional de Apoyo y Cooperación
a la Labor Policial. La pregunta es, ¿quién apoya a quién?.
CONVERSATORIO CON EMPRESARIOS
En el tercer conversatorio entre el
Gobierno Regional de La Libertad y los empresarios liberteños, en la Cámara de
Comercio y Producción de La Libertad, el 5 de noviembre de 2013, la presidenta
de la Cámara de Comercio, Rosario Bazán de Arangurí, hermana del gerente de
Infraestructura del Gobierno Regional de La Libertad, Álvaro Bazán Cabellos,
como quien dice: “Yo soy su hermana, pero no sé nada”, entre otros puntos,
emplazó a Murgia por el bajo porcentaje ejecutado bajo el mecanismo de Obras
por Impuestos, donde La Libertad pudo haber dispuesto de alrededor de 341
millones de soles, pero que -sin embargo- había utilizado solo el 20% de este
monto.
Rosario Bazán, comparó el bajo porcentaje de La Libertad con la inversión
del Gobierno Regional de Arequipa, que logró un gastó de 90%.
Murgia, quien estaba ese día ronco y afónico, puso sus males a un costado y
como un león herido se lanzó a defender lo indefendible. No esperó tremendo
gancho al hígado de “Charo”. La defensa de Murgia lo desnudó como un
funcionario tradicional, paquidermo, desactualizado, adverso al cambio y -a la
vez- se desdibujó como un tacaño de la administración pública.
No sabía por dónde hilar fino para argumentar. Primero dijo que Arequipa no
es un buen ejemplo porque había comprometido todo su techo de esa fuente; luego
que las utilidades de Barrick se habían caído en 25%; más tarde se preguntó,
¿cuántas empresas hay en La Libertad que pueden entrar en este método de Obras
por Impuestos?. Como si Arequipa fuera otro país. Acusó a Arequipa de emplear
toda esta fuente en hacer un puente (sic) y se cerró en que la Ley de Obras por
Impuestos: eran un incentivo perverso que estrangulaba a las gestiones
municipales y regionales, pues con esa fórmula les recortaban sus erarios del
próximo año.
Algunos técnicos que acompañaban a Murgia lo miraban perplejos y los
empresarios movían la cabeza, como diciendo: “Pepe está desfasado”. El segundo
vicepresidente de la Cámara de Comercio, Nelson Kcomt Che, se paró y retiró,
echando humo de cólera. La reunión se enfrió y “Charo” Bazán, la dio por
terminada.
¿Cómo puede decir eso Murgia?. Primero: la obra de Arequipa, donde se ha
hecho una inversión de S/. 245. 5 millones, es una vía troncal interconectada
entre los distritos de Miraflores, Alto Selva Alegre, Yanahuara, Cayma y Cerro
Colorado, Componente Nº 4 Puente Chilina, que beneficiará a 310 mil 681
habitantes. El costo/beneficio está fundamentado.
Segundo: En el 2013, Proinversión ha cerrado el año con una inversión de
Obras por Impuestos, 3 veces mayor respecto al 2012, lográndose adjudicar 35
proyectos por un monto de 403.7 millones, y para este 2014 se tiene una meta de
50 proyectos por 500 millones de soles.
Tercero: Al parecer Murgia no conoce o no cree en los nuevos conceptos de
gestión pública. Cuando no se hace una obra en su debido momento y espacio hay
una pérdida de Costo de Oportunidad. Al parecer, al actual presidente
regional, le es indistinto hacer una obra necesaria y urgente este año que en
10 o 20 años en adelante. Por eso su adicción al poder y esa puede ser la causa
que lo ha llevado a decir la frase, que viniendo de él, suena a infeliz: “¡Hasta
quemar el último cartucho!”, ha dicho.
ESTÁ CANSADO
Murgia tiene derecho a postular, “hasta quemar el último cartucho”, como
dice él, pero tiene que darse cuenta si es una autoridad facilitadora de las
obras que necesita la región o se ha convertido en un obstáculo.
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